...Hay una delgada línea que separa la alegría de la tristeza...
Una línea de tiza que marca dos lados en el ancho del camino...
Es el límite entre puedo y no puedo tener...
Entre debo y no debo...
Entre lo que viví y lo que quise vivir...
Entre felicidad y sufrimiento...
Entre bajar la cabeza o subirla bien alto...
Entre rendirse o luchar...
Entre mentira y verdad...
Entre soy y quiero ser...
Entre amar y odiar...
Sólo de mí depende en cual de ellos estoy más y menos tiempo...
A veces la tristeza es honda...
Y caminar duro...
Difícil...
Lento...
Entonces es el momento de levantar la vista y mirar al otro lado...
De pensar que siempre hay algo bueno hasta en lo más malo...
Que merece la pena estar ahí...
En el lado bueno que marca la línea de tiza...
Luchando...
Sintiendo...
Aprendiendo...
Viviendo...
Amando...
Amando...
Siendo...
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