...Todos los días miraba al cielo para buscar su estrella...
Fijaba la vista unos segundos y enseguida la encontraba...
Sabía que era ella...Y ninguna otra de las miles que brillaban...
Era la suya...La que latía para que supiera que estaba muy cerca...
A veces...Sin saber por qué...Sus ojos se llenaban de lágrimas...
Entonces pensaba que la ocurría de tanto mirarla y mirarla...
Pero su corazón sabía que era de añorarla...De echarla en falta...
De no poder tocarla...Ni tan siquiera con la punta de los dedos...
De sentir como llenaba de luz su alma...Aunque nunca fuera suya...
Aunque jamás pudiera tenerla a su lado...Ni abrazarla...
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Las estrellas lucen cuando están altas, si las queremos bajar se apagan. Por eso mirándolas nos tenemos que conformar. Un abrazo saltarin
ResponderEliminarQuerida Lola todas miramos a las estrellas esperando así comunicarnos con nuestra alma gemela esa mitad sin la que no podemos vivir, pero ella vive en nosotros siempre , su fuerza esta en nuestro interior latiendo en nuestro corazón, enviando luz a nuestro camino para que sigamos avanzando y poder sentir que a cada paso que damos más cerca estamos de su vera, de luz de su amor incondicional. No te entristezcas alégrate cada vez que ves las estrellas por ese es su mensaje amor para ti.Besos de luz y fuerza.
ResponderEliminarTu entrada de hoy es de un platonismo verdaderamente conmovedor.
ResponderEliminarPor cierto y cambiando de tema...
Si no quieres llevarte una terrible desilusión, no sigas leyendo este comentario.
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Bueno, tú lo has querido.
"Bailar con Irene" pretendía ser un pequeño homenaje a la Cenicienta, los cuentos de Hoffmann, Frankenstein (doctor Franco, ¿lo pillas?) y Blade Runner. En conclusión y en lo que mí respecta, Irene Franco es un robot humanoide. Por eso se recalienta al final de una noche sin parar de bailar y huye sobre ruedas.
Dicho lo cual, he de decirte que lo que más me gusta del arte de contar historias (literatura, cine o televisión) es que, en el mejor de los casos, cualquier parecido entre el mensaje emitido y el que el receptor reelabora es pura coincidencia. Con decirte que cada vez que veo "Casablanca" Ilsa se queda con Rick...
Vuelve cuando quieras y reelabora lo que te dé la gana, faltaría más.
"Días intensos" no es un blog, es el test de Rorschach.
Y de tanto mirarla, en sus sueños, pudo alcanzarla, para besarla y tenerla entre sus manos.
ResponderEliminarMuy dulce y romántica esta bella entrada.
Un beso.