
...Cuando era pequeña me gustaba hacer pompas de jabón...
Ver aquel montón de burbujas tornasoladas flotando en el aire...
Sentir en la cara...Cuando se desvanecían...Su agradable frescor...
Era como poder hacer la más bonita de las magias con solo un soplido...
A veces pensaba un deseo y lo lanzaba dentro de una de ellas al viento...
Estaba convencida de que se cumpliría si flotaba en el aire mucho tiempo...
Ahora soy ya un poco más mayor...Pero sigo haciéndolas a veces...
Con los años me he dado cuenta que son como la felicidad...
Nadie es feliz siempre...Por mucho que se empeñe...
Hay que saber soplar bien para hacer pompas muy grandes...
Disfrutar como niños de los instantes hermosos que nos regala la vida...
Porque cuando una se desvanece no se puede volver a hacer otra igual...
Viviremos momentos felices...Pero aquellos que se desvanecieron no volverán jamás...
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La inocencia más absoluta y la inmensa belleza de lo que nace para ser efímero jugando a crear pequeños universos flotantes...
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