
...Erase una vez una niña que nunca dejó de ser niña...
que siguió siendolo siempre aunque se hizo grande...
Un día guardó en un cajón su inocencia y su vestidito blanco...
y salió a buscar la vida con su bote de colores para pintar arco iris...
y sonrisas en las caras tristes y en los corazones oscuros y amargos...
Erase una vez una niña que hacía ramos de flores con los sueños...
y aprendió a hacer collares bonitos de cristal con las lágrimas...
y zapatos que no se cansaban de andar en busca de la felicidad...
y abrigos que la protegieran de la nieve que enfría el alma...
Erase una vez una niña que nació para no dejar nunca de serlo...
que tenía la alegría dentro aunque sus ojos se empeñaran en llorar...
y un día descubrió que se pueden hacer cosas bonitas con cosas feas...
y barquitos de papel con las esperanzas viejas y las ilusiones nuevas...
Erase una vez una niña que no quería dejar de ser niña...
porque sabía que no necesitaba dejar de serlo para que su corazón
se hiciera grande...
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