...Cuando era pequeña me gustaba mirar las nubes...Me quedaba como alelada contemplando sus colores y sus formas...Hacía eso que hacen todos los niños de buscarles parecidos con cosas...A veces las veía tan bonitas que hasta me costaba creer que no las hubiera pintado alguien con su caja de acuarelas...Y aún me sigue costando...
Con el tiempo me dí cuenta de que no hay dos iguales...Que las nubes que están ahí hoy ya no estarán mañana...Ni dentro de un rato...Ellas me enseñaron que todo pasa y se transforma...Que lo que hoy oscurece nuestro cielo pronto no estará...Que cuando menos lo esperemos donde hubo nubes grises habrá nubes rosas...O incluso un cielo limpio pintado solo de azul...Lleno de luz y calma...
...SUSURROS DE ABRIL...
Una iniciativa de Ángeles, del blog...
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Todo pasa y se transforma... y las nubes adquieren formas caprichosas abiertas a cualquier mente y su imaginación... un saludo
ResponderEliminarMi querida Lola es verdad de niño dejamos que la imaginación vuele con ellas, las transformamos y vemos estupendas películas que viajan sin cesar por el cielo, como no hay dos formas iguales, de ellas se pueden aprovechar muchas metáforas para aplicar en nuestra vida diaria. Besos guapa.
ResponderEliminarLas nubes son sugerentes, pero una misma nube no nos cuenta lo mismo a cada uno, quiere decir que nos cuentan lo que queremos ver.
ResponderEliminarSaltos y brincos
También te has unido a la iniciativa de Angeles, todas son tan interesantes las que propone ¿verdad?
ResponderEliminarLas nubes te recuerdan a la niñez, a mí también, siempre que las miro viajo en tiempo hasta retroceder a mi niñez y recordar que me parecían mágicas.
Un beso.
Querida Lola, es una gozada llegar descubrir tus susurros de nubes...Tus letras, me han traido a la memoria, bonitos recuerdos de la infancia. Viajar en el asiento trasero del coche, recostada, con la mirada puesta en el cielo... Y jugar a adivinar formas. Ahora, es algo distinto, ( los pequeños viajan en el asiento trasero, y juegan con la game boy). Toda va cambiando, excepto la sensación de que al mirar esas nubes, todo es efímero...
ResponderEliminarGracias por sumarte a esta iniciativa, enlazar mi blog para dar a conocer "susurros de abril".
Un abrazo grande desde mi azul mar :)
Totalmente de acuerdo, nada es igual, ni las nubes, ni nosotros que estamos en un constante cambio, ni los sentimientos. Es hermoso como expresas sentimientos transformandolos en poesía para el alma.
ResponderEliminarHola Lola Extrañàndote!
ResponderEliminarPero tus letras me traen de nuevo para deleitar mis pensamientos, reflexiones.....
y como siempre me encuentro con tus lindas palabras, hoy acerca de las nubes en donde has hecho una ilustraciòn muy bonita, contrastando el tiempo y nuestro estado de ànimo!, al final el cielo que oscurecìa con sus nubes grises y lùgubres se desvanecen, dejando en su lugar blancos algodones soleados o el cielo todo despejado con un azul intenso, prodigando calma, inspiraciòn de nuestros susurros de abril.
Un Inmenso Abrazo
con todo cariño
Hola Lola, es increíble como una imagen puede provocar sentimientos y textos tan diferentes. En este caso son estas nubes casi de algodón las que te han inspirado tiernamente. Como en la infancia.
ResponderEliminarDespués, ya metidos en la madurez, vemos las cosas de una forma diferente y tú, en este caso, has dejado claro que las nubes siempre son distintas, diferentes,... Igual que la vida que va pasando a nuestro alrededor.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Indicutiblmente, las nubes son toda una metáfora de lo voluble que puede ser la vida, el tiempo y las circunstancias. Lo has expresado maravillosamente.
ResponderEliminarSaludo
Hermoso tu escrito sobre lo que te inspiran las nubes, según como se miren es como se ven, a veces de colores, a veces grises. Pero siempre se disipan y dejan ver el cielo nuevo que nos espera.
ResponderEliminarUn abrazo.