...Yo no quiero alguien que me merezca la pena...
Quiero gente que me merezca la alegría...
Que no me pese...
Que no me lastre...
Que no me haga sentir que en vez de llevarla al lado la llevo encima...
Yo no quiero alguien que me complete...
Quiero gente completa...
Que comparta lo que es...
Con la que compartir la completitud que soy...
Sumar juntando manos y latidos...
Multiplicar y dividir...
Multiplicar y dividir...
Sin que nadie reste...
Lo que no está permitido restar...
Yo no quiero alguien que me sostenga...
Quiero gente que se apunte conmigo al curso de equilibrista...
Que no tenga miedo a caminar sobre el alambre de puntillas...
Alguien con quien avanzar sin que nos paralice el miedo...
Sin apartar del horizonte la vista...
Yo no quiero alguien que llene de felicidad mi vida...
Quiero gente feliz...
A la que contar que yo también soy feliz...
Con la que trabajar para que el mundo sea un lugar más feliz...
Para que la vida sea cada día más vida...
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Hola preciosa, tiempo sin escribirte un comentario, pero sigo leyendo siempre tus poemas porque transmiten serenidad, ternura y sobre todo visión de futuro, de enseñanza y de un horizonte abierto.
ResponderEliminarLa actitud que plasmas en este poema la entiendo perfectamente: trata de las personas tóxicas, que no aportan nada, al contrario, si las tienes al lado constantemente desgastan, neutralizan y absorben nuestas alegría y capacidad de seguir. Este poema es un canto a la búsqueda de lo esencial, de captar lo bueno y sincero, dejar correr lo demás, es innecesario. ¡Me encanta!
Un abrazo