...Soy la niña que llevo dentro...
La que salta en los charcos de tu tristeza para salpicarla de alegría...
La que acaricia suavemente tus penas para que no te dañen tanto...
La que escucha tu voz en el silencio cuando te ahogan las palabras...
La que vacía su corazón en tus manos sin pedirte nada a cambio...
Un alma pequeñita a la que su inocencia hace fuerte y valiente...
Pero también extremadamente vulnerable...Sensible...Frágil...
Que necesita sentir que alguien saldrá a buscarla...
Si un día se pierde...
Si un día se pierde...
Que si al encontrarla la ven llorar no van a pensar que es débil...
Un corazón sin corazas que precisa de brazos para protegerse...
Tan solo que se agachen un momento para mirarlo desde su altura...
Que le den unos minutos de tiempo para preguntarle si es feliz...
Si hay algún miedo que le asuste...
Si necesita algo...
Si todo va bien...
Si necesita algo...
Si todo va bien...
Tan solo una palabra de ánimo...
Una sonrisa...
Un poco de ternura...
Una sonrisa...
Un poco de ternura...
Porque todo esto también es ser niña...
No hay que olvidarlo...
.
No hay que olvidarlo...
.
Y aquí es cuando hay que preguntarte, a ti que eres el envoltorio de esa niña, si estás bien, si quieres abrazos, si quieres que te escuchen, que te acompañen. O que saltemos los charcos, que cantemos a tu lado... A veces estar al lado y sin decir nada ya es una caricia. Abrazos de colores
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