...Ella paseaba sus sueños por la acera...
Absorta a veces en nada...
Atrapada en un pensamiento recurrente otras...
Algunas...Llena a rebosar de palabras...
Pero siempre pendiente de protegerlos...
Cuidando de caminar por aquella que estuviera en sombra...
Para que la tórrida dureza del sol no los secara...
O por aquella que más cornisas tuviera...
Para que la lluvia no los ablandara...
Para que la lluvia no los ablandara...
Muy a menudo los sacaba brillo...
Frotándolos con suavidad mimosa...
Al verlos reflejados en el espejo del lavabo...
Al verlos reflejados en el espejo del lavabo...
Disfrutaba puliéndolos para hacerlos resplandecer...
Hasta eliminar la más mínima mota que pudiera ensuciarlos...
Sabía que aquellos sueños eran sólo suyos...
Tan sólo suyos como el amor que de súbito la desbordaba...
Como la certeza de que algún día lograrían al fin abrazarla...
Por eso cuidaba de mantenerlos vivos y limpios...
Por esos los acariciaba con delicadeza...
Los mimaba...Los amaba...
Como la certeza de que algún día lograrían al fin abrazarla...
Por eso cuidaba de mantenerlos vivos y limpios...
Por esos los acariciaba con delicadeza...
Los mimaba...Los amaba...
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Los sueños hay que cuidarlos y si es posible perseguirlos , son y condicionan nuestra vida y yo como tú, los cuido y cuando tengo fuerza salgo a buscarlos.
ResponderEliminarHermosa reflexiva y bella entrada ¡ Un homenaje a los sueños que son lo hermoso de la vida!O al menos los que nos dan ilusión
Besos.
A los sueños hay que sacarles brillo y llevarlos a pasear para que cojan aire y de nuevo se sientan que están siendo presentes y no en el olvido.
ResponderEliminarBellas letras mi querida Lola, como siempre un placer leerte.