...Cuando te hago daño no es mirarte a los ojos lo que me da más miedo...
Sino mirarme en el espejo y ver como me enfrentan a mí misma los míos...
Cuando caes y no tiendo mi mano para levantarte no eres tú el débil...
Sino yo...Que necesito esconderme tras mi orgullo para ser más fuerte...
Cuando hablas y no me paro a escucharte no es tu voz la que se ahoga...
Sino la mía que enmudece ante la cobardía de no saber qué contestarte...
Cuando te impido caminar para que no avances no eres tú el que se estanca...
Sino yo...Que temo que tus pasos pequeños te lleven más lejos que los míos grandes...
Cuando no te abrazo no es tu corazón el que no encuentra calor que le ampare...
Sino el mío...Que no entiende la belleza de que alguien pueda amarte y necesitarte...
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Lola escribe... Y las demás sentimos.
ResponderEliminarMe has hecho sentir misercordía, por él, por ella y por mí si algún día me encuentro delante o enfrente.
Saltos y brincos
Misericordia...
ResponderEliminarNunca está de más no olvidar que los otros no son tan distintos de nosotros y a todos nos duelen cosas parecidas.
Brincoabrazos nocturnos... : )
Bello y real!! nunca mejor expresado ese sentimiento que a veces tenemos
ResponderEliminarESTOY DE SORTEO EN EL BLOG
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Gracias, Nemo...!
ResponderEliminarSiempre es una alegría verte... : )
Ya he participado, a ver si hay suerte...!!!