...AMOR...

...Cuentan que hubo un hombre que cogió su mochila y se fue a andar por los caminos de la vida...
Era una mochila muy bonita...llevaba en ella un montón de cosas valiosas y una bolsa llena de monedas...
Además bien visibles por fuera se podían ver un sin fin de medallas que daban fe de los innumerables logros materiales y sociales que había conseguido...
Estaba orgulloso de ellos y quería que todo el mundo los conociera...
Y con tan brillante carga...aunque bastante pesada,dicho sea de paso...se echó a caminar...
Pero cual no fue su sorpresa cuando comprobó día a día que nadie parecía fijarse en su preciada mochila...
Bien es cierto que no pasó desapercibido...En su caminar se cruzó con gente que le ofreció un poco de su humilde comida...unas palabras cálidas o simplemente un educado saludo...
Pero él...malhumorado...no pareció verlo ni escucharlo...Le enfadaba mucho que nadie le mencionara ni se interesara por algo que para él era lo más importante de su vida...
Un día...cansado de andar y andar soportando además sobre sus hombros el agotador peso del enojo se sentó en una piedra a descansar...
Allí estuvo un tiempo imposible de precisar...porque había perdido las fuerzas hasta para pensar...y por supuesto para decidirse a reemprender la marcha...
Entonces se le acercó un hombre y se sentó a su lado en la piedra...
Durante unos minutos ambos permanecieron inmóviles y callados...
Pero de repente aquel desconocido se inclinó hacia adelante...cogió un palito y escribió en la tierra del suelo la palabra AMOR...
-AMOR...dijo el hombre de la mochila en voz alta...A mi nunca me ha dado nadie amor...Nadie me ha preguntado que llevaba en mi mochila ni me ha dicho lo bonitas que eran mis medallas...ni se ha interesado en como las he conseguido y de que metal precioso son...-
Entonces el recién llegado caminante le contestó...
-Aquella vez que se acercó una pobre mujer y te ofreció parte de su modesta comida y la despreciaste porque no te pareció digna de tu importancia...
Aquella ocasión en la que una persona te quiso regalar un consejo o unas palabras de ánimo y no lo aceptaste porque te pareció que venían de alguien demasiado llano o vulgar,para permitirse aleccionarte...
Aquellos cientos de cordiales y sinceros saludos a los que por orgullo no contestaste y decidiste ignorar...no fueron otra cosa sino el AMOR que ahora te hace tanta falta y no tienes porque no lo supiste valorar y aprovechar...