...Ella no lo sabía...
Porque siempre aparecía cuando estaba sumida
en el más profundo de los sueños...
en el más profundo de los sueños...
Pero noche tras noche llegaba y la acariciaba...
Se posaba sobre su hombro desnudo
y rozaba con delicadeza su piel...
y rozaba con delicadeza su piel...
Entonces ella...Dormida...Suspiraba...
La mariposa...La pequeña mariposa azul...
Con su pijamita de mar y cielo...
Volvía noche tras noche para acariciarla...
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